No estoy enojada porque el lunes cuando doblé la esquina te vi abrazarla, sostener su mano y apartarle el cabello de la cara. Estoy triste.
No estoy enojada porque mi madre me grita cuando hago algo mal. Estoy triste.
No estoy enojada cuando por la noche apago las luces y con el volumen al máximo en mis audífonos me alejo del mundo. Estoy triste.
No estoy enojada por las mentiras. Estoy triste.
No estoy enojada conmigo misma por no poder admitirle al resto del mundo que estoy triste. Solo estoy triste.