miércoles, 25 de enero de 2017

A medias

Cuando me amas a medias no se que pensar, me revuelco entre las sábanas para no llorar y distraerme un poco. 
Cuando me amas a medias me pregunto si alguien más me podrá llegar a amar. Un amor completo, lleno de abrazos y besos y ninguno por la mitad. 
Cuando me amas a medias recuerdo las promesas del pasado, cuando prometiste que nadie nunca me amaría igual. 
Cuando me amas a medias me pregunto si soy patética. ¿Quién está con alguien que no sabe si quiere estar? 
Cuando me amas a medias pienso en las fotos, los recuerdos, en tener que borrar toda una parte de mi vida. 
Cuando me amas a media también estoy un poco feliz. Al menos algo queda. 

miércoles, 30 de noviembre de 2016

No soy real

Todo es mentira. 
No soy fuerte. Soy débil. Siento todo lo que sucede a mi alrededor. Siento cada palabra tuya entrando directo a mi pecho sin siquiera ser procesada. 
No puedo seguir así. No puedo fingir. Sin amor. Sin consistencia. 
Sabía que este día llegaría. Me conozco bien. Se todo lo que va a pasar. Ya sé cómo termina. 
Es mejor olvidarlo.  

Esta wea es también un borrador guardado pero más old

Delirio

Me muevo agitada hacia adelante y hacia atrás; siento tus manos firmes sobre mis caderas que me impiden moverme de cualquier otra manera. Mi pelo alborotado no me deja verte la cara, pero si tú boca. No pienso en mucho, pero a la vez pienso en todo. Una sutil sensación vertiginosa me detiene. Puedo ver tus pensamientos en el aire y las hojas de los árboles, afuera de tu ventana, moviéndose al ritmo de una canción de Tame Impala. Siento la sangre en mis venas recorrer todo mi cuerpo, hasta mi cerebro que esta confundido de tanto intentar acomodar los pensamientos coherentes que me quedan. 
El mundo gira y yo giro con el. Soy parte del ritmo del planeta y del tiempo que avanza sin avisarnos. Pero ahora lo noto. Noto la velocidad de mi respiración y comienzo a respirar consciente de que debo hacerlo. Noto la velocidad con la que pasan los minutos en el reloj. Noto la velocidad de tu boca al moverse y preguntar si estoy bien. Todo, todo, todo. 
Siento la manzana que comía hace unos minutos ser digerida y siento las pulsaciones de mi corazón hacerse cada vez más lentas. ¿Estoy muriendo?, me pregunto. Pero no, solo es un sueño. Un sueño de esos vividos. 

Esto era un borrador hace un ratito ya. 

martes, 18 de agosto de 2015

Estás enojada?

Hay días en los que me pregunto como es que es tan fácil confundir la rabia con la tristeza.
No estoy enojada porque el lunes cuando doblé la esquina te vi abrazarla, sostener su mano y apartarle el cabello de la cara. Estoy triste.
No estoy enojada porque mi madre me grita cuando hago algo mal. Estoy triste.
No estoy enojada cuando por la noche apago las luces y con el volumen al máximo en mis audífonos me alejo del mundo. Estoy triste.
No estoy enojada por las mentiras. Estoy triste.
No estoy enojada conmigo misma por no poder admitirle al resto del mundo que estoy triste. Solo estoy triste.

lunes, 6 de octubre de 2014

¿Quién eres?

En la cima de todo lo que fue el nosotros, estábamos tu y yo. Todo fluía con infinita rapidez y certeza y me sentía en control de todo y, al mismo tiempo, de nada. Subimos cerros y montañas, caminamos calles y laberintos, y en nuestro último amanecer juntos nos golpeó el muro que puso final a nuestros deseos. En ese abrazo del rítmico latir de nuestra respiración nos balanceamos hasta que la cuerda se cortó.

Te miro y no te reconozco. ¿Dónde están los besos que me prometiste? ¿Dónde están las miradas que hablaban de todo un poco sin decir una palabra? Devuélveme todo. 

Quiero volver a perder la razón en la caricia de tus cabellos, quiero volver a sentir tus pasos caminando a dos kilómetros de distancia... y reconocerlos, quiero volver a sentir tu boca cerca de mi y escucharte decir algo. Lo que sea.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Autodiagnostico

Constantemente siento un fuerte impulso a contarte todo,
como lloro todas las noches antes de dormir,
como busco nuevos lugares en mi piel para cortar,
como pienso varias veces al día sobre la vida
y la muerte. Sobre todo en eso.

Pienso que tengo pena,
que muchos días solo está guardada,
que como la caja de Pandora, solo espera.
Espera que mires en su interior y quedes perplejo,
loco, asombrado, enojado.

Hablaba con mi psicólogo hace dos días,
de ti, de mi, de la gente que veo,
que no entiendo. Y lo que no entiendo es como nadie lo nota.
Nadie nota que me siento sola y vacía...
y que tengo pena.

Todo bien.

Sentí tus manos sudadas tomarme por detrás, acercando mis caderas a las tuyas. Con una mano hiciste mi cabello hacia un lado y con la otra recorriste el largo de mi espalda. Mi respiración se volvió más y más rápida al sonido de tu voz diciéndome que separara un poco las piernas. Sentí mi piel erizarse al sentir tus dos manos separarlas bruscamente; no te había hecho caso, me sentía expuesta.
Me empujaste y apretaste contra la pared con la fuerza de tu cuerpo que, como el mio, estaba completamente desnudo. Me sentí sofocada, ahogada, nerviosa. Pero luego, lentamente, besaste mis hombros y me susurraste al odio: ¿Todo bien?
Me dejé llevar, entonces, por todo el deseo que sentía había venido acumulándose por días, antes de vernos.