viernes, 22 de abril de 2011

La decepción de Jose Carlos. ( No editado )

























(...) Y es que jamás la había visto así.
Siempre le pareció tan
exquisitamente hermosa. Al mirarla siempre soñaba con esas deliciosas curvas que desbordaban sensualidad. Esos voluptuosos senos, su delgada cintura, esas delirantes caderas y su majestuosa cabellera. Era como un diosa. Parecía serlo, al menos. Soñaba con esos labios rosas y carnosos y ese profundo mirar. Cuando por fin tuvo el coraje de hablarle, le pareció tan inteligente, tan señorita, tan educada. No le parecía concebible el tener a la mujer perfecta frente a sus ojos.
Ya en 4
to Medio no se espera nada de ninguna chica, pero ella. Ella era algo distinto. En los recreos, siempre se la veía con un libro o distraida con la mirada fijada en el cielo, digna de ser retratada.
Ese día cuando
por fin se dio el momento para estar a solas, jamás se espero nada. Sin embargo, estando ya en el cuarto de Sofía, todo de un momento a otro, cambió.
Ella se veía diferente. Rápidamente lo empujó contra la cama y comenzó a bailar. Como si no se hubiera dado cuenta antes, se detuvo a poner música. Una vieja canción de Soda
Estéreo sonaba. Cuando ya pudo agarrar el ritmo, volvió a contonearse, ésta vez con una mayor sensualidad.
Para
José Carlos todo era muy confuso, no lo esperaba. Que hacía ella en ese estado?. Pero a la vez, lo había deseado tanto, que ya no había manera de echarse para atrás. Decidió entonces ponerse de pie y entrelazándola con sus brazos firmemente, la besó. Fue un beso largo, diferente a cualquiera que hubiera dado antes en su vida. No había dado tantos besos, pero eran los suficientes como para saber que este era distinto. Ella le mordió la oreja y el de poco comenzó a desabotonarle la blusa del liceo. Cuando estaba por sacar el último botón, de golpe, volvió en si. Ella tenía tatuado un seno con un frase un poco rara que hablaba sobre sexo y otras cosas. Cosas muy raras que de momento no supo entender. No pude terminar de desvestirla, porque ella se separó y comenzó a desnudarse sola.
Lo empujó
de nuevo y se volteó para con esto tocar el suelo con la punta de el dedo índice de su mano derecha. Estaba completamente desnuda y a José Carlos fuera de producirle cualquier exitación, le pareció únicamente grotesco. De la nada Sofía prendió un cigarro, sin dejar de bailar.
Saltó entonces encima de
Jose Carlos quien estaba en shock y no pude moverse de la impresión. Ahora que la veía así, no le parecía bella, ni inteligente y menos educada. Tenia los brazos cortados y llenos de cicatrices, un piercing en la espalda que atravesaba su piel, saliendo por ambos lados. Y ahora incluso podía notar el apestoso aliento a cigarros que salía de su boca.Sofía agarro las manos de Jose Carlos y las pasó lentamente por sus pechos, haciéndolo recorrer cada parte de si misma. Después poco a poco comenzó a bajar para poder, en un movimiento extraño, abrirle el cierre del pantalón. De un salto José Carlos se paró de la cama y corrió por la escaleras. De camino a casa y a toda velocidad iban y venían imagenes de Sofía. Que había pasado?. Era ella siempre así?. Porque sentía tanta decepción? Después de todo el había querido eso. El la llevó a eso. Quizás el tenía la culpa. Pero no. Nuevamente imagenes de ella, con otros, sin ropa. Bebiendo, fumando. Que asqueado se sentía.
(...)

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